En el intento de sistematizar tales corrientes, el texto presenta cuatro perspectivas. En la primera aborda la consistencia del nosotros en términos lingüísticos y epistémicos; a continuación, describe su genealogía en la interrelación legal e institucional entre los individuos; la tercera cuestiona su alcance ético y moral en el ámbito político; finalmente, explora las variaciones contemporáneas que ofrece en términos del arte, la literatura y la estética de la existencia. El trabajo de los editores ha sido equilibrar el aporte de jóvenes filósofos con los de los ya consagrados, como Bert van Roermund y Judith Butler, con el fin de encontrar los vasos comunicantes en medio de la multiplicidad de fuentes del nosotros. Un lugar especial merece Carrol Clarkson, quien combina la crítica literaria y las preocupaciones políticas con las exigencias de la argumentación filosófica, por lo que su texto, en sí mismo, es un ejemplo de esa multiplicidad. Al final, el lector cuenta con un texto que desarrolla rigurosamente cada perspectiva sin desconocer el laberinto de enfoques y desarrollos posibles que ofrece el nosotros como un campo de investigación en plena emergencia.